Superando el shock del costo de la insulina
Mary Clark, agente de bienes raíces en Cincinnati, recientemente se ha acostumbrado a ser el centro de atención en la farmacia. Clark es una contratista independiente, que ha tenido problemas para encontrar seguros de salud que cubran los costos de la insulina que necesita para el manejo de su diabetes tipo 1. Desde el 2012, se ha dado cuenta que el precio que tiene que pagar, de su propio bolsillo, ha aumentado vertiginosamente; ha sido un incremento tan grande que incluso el farmacéutico pausa en su trabajo al llenar su orden. “Todo el mundo estaba simplemente sorprendido y se detenían a mirarme,” dice Clark.
Ella conoce a muchas otras personas con diabetes que están en la misma situación, especialmente aquellos que utilizan insulina de acción prolongada como Lantus. Ella dice que no puede costear el tratamiento con bomba de insulina y ha cortado todos los demás gastos, incluyendo las visitas al médico y el cuidado dental, para mantenerse al día con el costo de la insulina que necesita.
“Habrán personas con diabetes que tratarán de vivir sin insulina y así no pueden,” dice Clark. “No lo lograrán.”
Ella no está sola en la preocupación por los altos costos de la insulina, aunque no todo el mundo se de cuenta de los aumentos de precios como Clark, dice David Kliff, propietario del boletín Diabetes Investor.com. Son las personas con poca cobertura en sus seguros y los no asegurados los que sienten el mayor peso de los aumentos. Las personas con un buen seguro de salud posiblemente no lo notan, ya que las compañías de seguros de salud a menudo exigen precios más bajos a los fabricantes de la insulina para sus clientes, dice Kliff. Es por eso que dos personas con diabetes parados en la misma fila en la farmacia pueden pagar dramáticamente diferentes precios por la insulina; la diferencia podría ser incluso un par de cientos de dólares por frasco de insulina, dice Kliff.
“Lo que paga el consumidor y lo que pagan las aseguradoras son dos mundos diferentes,” dice Kliff.
Lo que está impulsando los aumentos de precios de la insulina es una cuestión compleja, con muchas respuestas. Un factor que se puede descartar es el precio de la producción de insulina. Desde que las compañías farmacéuticas encontraron y perfeccionaron la técnica de utilizar bacterias para crear insulina análoga sintética en los años ochenta, el costo de la producción de insulina se ha mantenido relativamente asequible. Pero hay mucho más que entra en la determinación del precio, y poco tiene que ver con la oferta y demanda.
Los precios de la insulina están en aumento, en parte debido a que hay mejores opciones para la terapia con insulina. Eso significa un mejor control de glucosa en sangre para muchos con DT1, pero también ha dado lugar a algunos desequilibrios en el mercado. Los usuarios de insulina de acción prolongada han visto los aumentos más pronunciados de los precios. Sanofi aumentó el precio de su insulina Lantus dos veces en 2013, elevando el costo hasta en un 15%, según un informe de Bloomberg News. Novo Nordisk también aumentó el precio de su insulina de acción prolongada, Levemir. Sanofi domina y mantiene la mayor participación del mercado en la insulina de acción prolongada y puede dictar precio, dice Kliff.
“Seamos honestos, tienen casi un monopolio en el mercado,” dice.
Muchos observadores de la industria de diabetes han sostenido durante mucho tiempo la creencia que las compañías farmacéuticas productoras de insulina suben los precios, simplemente porque pueden. Eso puede ser una simplificación excesiva, pero hay algo de verdad en que las compañías farmacéuticas están utilizando los aumentos de precios en los medicamentos de uso diario como para la presión arterial alta y la insulina, para contrarrestar una caída en las ventas totales de otros medicamentos. Ejecutivos de compañías farmacéuticas admitieron esto en 2011, durante una Cumbre de Salud de Reuters. Y de acuerdo con un informe de Bloomberg, el gasto en medicamentos en los EE.UU. disminuyó hasta en un 2% en el primer semestre de 2013, dando espacio para que las compañías de seguros fuesen más tolerantes con los aumentos de precios en la insulina.
La insulina representa una gallina de huevos de oro para la industria farmacéutica, especialmente a medida que el número de personas con diabetes tipo 2 en tratamiento con insulina aumenta. Un informe de 2011 de la industria de insulina predijo que el mercado mundial de insulina se incrementará en un 20% en 2014-2015.
Susan Brooks, portavoz de Sanofi dice que su empresa considera muchos factores a la hora de establecer el precio de sus productos de insulina.
“Consideramos si es un producto recién lanzado o está próximo a su vencimiento de patente. Nos fijamos en la competencia, la presencia de otros productos de marca en el mercado que pueda competir con nuestro producto, y cuál es el precio de estos productos,” dice Brooks en una entrevista por correo electrónico. “También tomamos en cuenta la presencia de los productos genéricos, lo que podría resultar en precios más bajos para todos los productos dentro de una clase terapéutica específica.”
Los genéricos son el comodín cuando se trata de los precios de insulina. Las compañías farmacéuticas están muy conscientes que las patentes de varias fórmulas populares de insulina están llegando a su final, abriendo la puerta para insulinas genéricas más económicas. Las compañías farmacéuticas necesitan maximizar la rentabilidad de sus productos originales de insulina, mientras las patentes sigan teniendo vigencia, dice Kliff.
Ya estamos escuchando los primeros disparos en las batalla sobre los medicamentos genéricos. En enero de 2014, Sanofi demandó a Eli Lilly and Co. por infracción de derechos de autor para bloquear una versión genérica de su popular insulina Lantus. Según un informe de Reuters, Lilly había informado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos que no tenía intención de vender su versión de la insulina glargina hasta que la patente de Lantus se terminará en febrero de 2015. En cambio, la demanda de Sanofi propicio una regla de la FDA que automáticamente bloquea al gobierno de aprobar el fármaco de Lilly por 30 meses, una ventana que potencialmente le ofrece a Sanofi comprar más tiempo para cambiar a sus clientes a una nueva versión de Lantus.
Incluso cuando la insulina genérica esté disponible para su compra, las personas con diabetes no deben de esperar una reducción en los precios, dice Kliff. Cuando la patente de metformina expiró, los precios cayeron de forma dramática, pero lo mismo no va a suceder con la insulina, dice Kliff.
“¿Sera más barata? Sí. ¿Va a ser 80% más barata? No,” dice Kliff.
Los retrasos institucionales para la aprobación de nuevas formas de insulina frustran a Gary Scheiner, un educador de diabetes certificado y director clínico de Integrated Diabetes Services. Él dice que las regulaciones de la FDA están haciendo subir el costo de introducir al mercado nuevas terapias de insulina, que a su vez puede aumentar los precios.
“A veces cuesta cientos de millones o incluso billones para introducir un medicamento al mercado. Esto está perjudicando nuestra economía de muchas maneras,” dice Kliff. “La FDA tiene que hacer un mejor trabajo agilizando el proceso.”
La mejor oportunidad para bajar la presión de los precios de la insulina podría venir de las aseguradoras de salud que están desesperadas por controlar los costos de la salud, dice Scott Strumello, bloguero de diabetes. Las compañías de seguros están poniendo a pelear a las empresas productoras de insulina entre sí para obtener precios más bajos.
Recientemente, dos compañías de beneficios de salud, Express Scripts y Kaiser Permanente, cambiaron de marcas de insulina de Novo Nordisk para Lilly, porque Lilly podía ofrecer un mejor precio, dice Strumello. Sin embargo, advierte que esta táctica tiene un límite en las fluctuaciones de los precios.
“Eso funciona con la industria, siempre y cuando exista alguien dispuesto a bajar los precios”, dice Strummelo.
Cada fabricante de insulina ofrece ciertos descuentos a los clientes. Sanofi EE.UU. ofrece el programa “No pagues más de $25” a los pacientes que cumplan con los requisitos de un programa de ahorros en Lantus, dice Brooks. Con la Tarjeta de Ahorros de Lantus, los pacientes no pagarán más de $25 en un máximo de 3 recetas de lapicero de Lantus SoloSTAR. También existen algunos programas gubernamentales que pueden ayudar con los costos de insulina para personas que cualifiquen, incluyendo el Programa de precios de medicamentos 340B.
Aún los que tienen un buen seguro de salud tienen que aprender a navegar una enredadera de incentivos de ventas, las reglas de seguro de salud, y las regulaciones, para conseguir un precio asequible en la insulina. Colby Cook, un blogger de diabetes en Diabeatitnow.com dice que ha visto el precio de la insulina aumentar significativamente en los últimos años, pero él cree que no ha experimentado tanto impacto del precio como algunos otros porque tiene un buen seguro de salud y es un comprador inteligente. Recientemente pagó $207.90 de su bolsillo por los 3 viales de insulina Apidra para él y sus 2 hijos con DT1, un precio que considera bastante razonable en estos días.
“El farmacéutico me dijo que el precio de lista es $188.11 (por vial) y me dan un 10% de descuento,” dice Cook, un programador informático que vive en Cedar Hills, Utah. “Sin embargo, si yo no hubiera utilizado un cupón de la página web de Apidra y cogido el 10% descuento y utilizado mi seguro, hubiera pagado … alrededor de $250.00 por vial.”
Debido a que Cook aún no ha cumplido con el deducible anual de $2,000 en su plan de seguro, su gasto de bolsillo para la insulina es mayor ahora de lo que será más tarde en el año. Una vez que él supera su deducible, el precio bajará a $40 el frasco de Apidra. Cook dice que cuando llega a ese umbral, tratará de abastecerse de insulina reponiéndola tan pronto como su plan de seguro lo permita.
“Es casi como si estuviera comprando sin necesitar,, dice Cook. “Estoy tratando de comprar cada 20 días.”
Su farmacéutico verificó el programa 340B para él y sólo pudo encontrar un médico en Utah que fue calificado para enlistar a las personas con diabetes en el programa. Cook dice que por ahora puede mantenerse al día con los costos, pero a veces tiene que enviar insulina a un miembro de la familia con diabetes que no siempre puede comprar el medicamento. También se preocupa por otros en la comunidad de diabetes quede se encuentran en una situación financiera más estricta.
“Me pregunto, cómo pueden sobrevivir las personas que no tienen dinero,” dice Cook.