El porque los niños con diabetes tipo 1 necesitan el Páncreas Artificial
Traducido por Mila Ferrer, autora del blog, Jaime, mi dulce guerrero
Durante un panel de discusión en las Sesiones Científicas de la ADA (Asociación Americana de la Diabetes), algunos de los investigadores más influyentes en el campo del desarrollo del páncreas artificial, compartieron su opinión de que ahora es el momento adecuado para que los sistemas de páncreas artificial estén disponibles en el mercado. Al mismo tiempo, advirtieron que estos dispositivos no resolverán necesariamente todo.
Durante su tiempo en el micrófono Aaron Kowalski, jefe de misión de JDRF, argumentó en contra del mito de incumplimiento, cuando se trata del manejo de la glucosa en los niños con diabetes tipo 1. Aaron dice que muy pocos niños y adultos jóvenes con diabetes están cumpliendo con sus metas de niveles de A1C, y él cree que es un error culpar a estos niños y adultos jóvenes, y a sus padres por no lograrlo.
“Estos son niños pequeños que se miden la glucosa siete a ocho veces al día, con la intervención de los padres, y aún así, sus A1C todavía son elevados. Sería más correcto culpar a las herramientas disponibles para manejar los niveles de azúcar en la sangre”, dijo Kowalski.
El Dr. Stuart Weinzimer de la Clínica de Diabetes en Yale hizo eco con una declaración similar durante su presentación. El Dr. Weinzimer, quien está realizando un estudio del páncreas artificial utilizando solamente la insulina, dijo que es imperativo crear herramientas automatizadas que puedan ofrecer un mejor control glucémico, especialmente para los niños, que son los que deben vivir con diabetes Tipo 1 por más tiempo durante sus vidas.
“No estamos alcanzando el manejo óptimo de la diabetes que deberíamos tener”, dijo el Dr. Weinzimer.
Tanto el Dr. Weinzimer como Ed Damiano, del Hospital de Niños de Boston presentaron resultados positivos de sus respectivos ensayos clínicos del páncreas artificial. La investigación del Dr. Weinzimer se ha centrado en la creación de un páncreas artificial utilizando sólo insulina, mientras que Damiano está trabajando en un páncreas artificial que utiliza insulina y glucagón. La data obtenida en ambas investigaciones ha mostrado que ambos sistemas son proporcionan un manejo glucémico más estricto, con un manejo automatizado de glucosa en sangre reduciendo drásticamente el riesgo de hipoglucemia. Estos ensayos ya se están alejando de los ambientes rígidamente controlados de laboratorio hacia el mundo real. Ahora se les pide a los niños que se lleven a casa los dispositivos o los utilicen en campamentos de verano.
Con ambos sistemas, existe evidencia de que los respectivos dispositivos del páncreas artificial están aprendiendo rápidamente las tendencias individualizadas del azúcar en sangre, y logrando adaptarse a los nuevos e inesperados estímulos. Damiano describió algunos de los extraños comportamientos que los sujetos de prueba han elegido hacer mientras usan los sistemas del páncreas artificial; una persona comió 9,000 calorías en un día, y otra caminó 39 millas en cinco días. Su sistema de páncreas artificial fue capaz de manejar las pruebas, dijo.
Este tipo de comportamiento del paciente en el mundo real es algo que Damiano conoce y entiende muy bien, ya que ha visto este tipo de comportamiento en su hogar con su propio hijo adolescente que vive con diabetes tipo 1.
En otra investigación del páncreas artificial, Laurel Messer, educadora de diabetes certificada, encontró, como era de esperar, que las personas que viven con diabetes tipo 1 están ansiosamente esperando que el páncreas artificial esté disponible comercialmente porque creen que puede aliviar una gran cantidad de la carga de la condición. Sin embargo, cuando el páncreas artificial salga al mercado habrán algunas cosas aún por resolver, encontró Messer.
Por ejemplo, un estudio reciente con niños que usan un páncreas artificial en sus casas, encontró que no podían utilizar el dispositivo, en promedio una de cada tres noches. El obstáculo más común era el problema con la precisión del sensor, lo que significa que el páncreas artificial será tan bueno como los sensores que utiliza el sistema. Los problemas con los sensores son más complicados con los niños, ya que ellos no tienen tanta área en sus pequeños cuerpos para utilizar los sensores como lo hacen los adultos, dijo Messer. También hubo problemas relacionados a la preocupación de los padres con el nuevo dispositivo; los niños de menor edad tuvieron mayor cantidad de monitoreos de glucosa en sangre durante la noche que los niños mayores; esto parece indicar cierta ansiedad entre los padres.
“Puede tomar más tiempo para que los padres de niños pequeños confíen en el sistema del páncreas artificial y dejen que el sistema tenga más control sobre el manejo de la diabetes”, dijo Messer.
Los panelistas estuvieron de acuerdo que el páncreas artificial está cambiando rápidamente de lo teórico a lo práctico. Por primera vez, las principales compañías de estos dispositivos están informando a sus accionistas que el páncreas artificial pronto llegará al mercado. Hay cierto desacuerdo sobre cuál es el mejor camino a seguir para llevar estos dispositivos al mercado. Kowalski y Damiano discutieron cortésmente, acerca de cual sistema de páncreas artificial sería el mejor, el que utiliza solamente insulina o el sistema de doble hormona (insulina y glucagon).
Un desacuerdo mucho más fundamentales está ocurriendo entre las empresas de dispositivos médicos y la FDA, dijo el Dr. Stayce Beck, jefe del programa de dispositivo de diabetes de la FDA. Las empresas indican que quieren obtener la aprobación de la FDA del páncreas artificial comenzando con los adultos, mientras que la FDA quiere que estos dispositivos estén disponibles primero para los niños, dijo Beck. Los niños podrían beneficiarse más de estos dispositivos, dijo, y no hay evidencia de que podrían ser menos seguro para ellos.
“No hay un mandato que los dispositivos deban ser aprobados primero para los adultos”, dijo Beck.
Los panelistas están confiados que la tecnología del páncreas artificial ya está lista para su comercialización, incluso si el proceso de regulación retrasará el debut del dispositivo durante unos meses o unos años más. Las cosas siempre se pueden mejorar en el camino, pero hay niños que pueden beneficiarse de la tecnología hoy.
“Yo voy a discutir (fuertemente) que no nos estamos moviendo lo suficientemente rápido”, dijo Kowalski.