Cuando un Adolescente Deja de Tratar a su Tipo 1
Es la peor pesadumbre de un padre – un joven de 15 años con la diabetes de Tipo 1 que se muere por falta de insulina. Al leer una historia así por primera vez, el instinto natural puede ser montar un bloqueo mental a través de buscar a un villano obvio para echarle la culpa. Sin embargo, hacerlo puede esconder una lección importante por aprender a través de tal tragedia.
Primero, le demos a este joven un nombre – Blake Cook, de Basingstoke, que es una ciudad mediana en el medio de Inglaterra. La única foto incluida en un reportaje del Basingstoke Gazette sugiere un joven hombre sonriente con el cabello rizado (la foto no aparece en este artículo). El director de su escuela lo describe como “siempre sonriendo y burlándose de todo. Era un chico muy agradable y todo el mundo le adoraba”.
Podemos descartar una causa probable –la diabetes de Tipo 1 sin diagnosticar. Blake sabía que la tenía. Fue diagnosticado a los 2 años.
También podemos descartar el espectro del padre excepcionalmente terrible, aunque eso pueda haber contribuido a la muerte de Blake. El Gazette reportó que una mujer de 42 años ha sido detenida en conexión con la muerte de Blake, pero la sospechosa no fue nombrada en el artículo. Un reportaje anterior del Daily Echo citó a Davina Cook, la madre de Blake, diciendo que ella no tenía ni idea que Blake no se estaba controlando sus niveles de glucemia ni sus dosis de insulina cuando se murió el joven, lo que ocurrió cuando él tenía una gripe estomacal. Aún si se determina que la madre de Blake sí fuera negligente de manera criminal, ese hecho solamente ocultaría una moraleja escondida en los detalles de la tragedia.
Eso es porque Davina es citada diciendo que había acordado con su hijo de 15 años para dejarle encargarse de su propio cuidado de la diabetes en su cumpleaños. El reportaje no distingue en cuál cumpleaños se acordaron, pero es probable que era uno de los más recientes.
Cualquier padre de un niño recientemente diagnosticado con Tipo 1 debe sentir que el período después de la diagnosis es el más peligroso en la vida de ese joven. Yo argüiría que hay que considerar muy seriamente que la adolescencia es, si no la época más peligrosa, por lo menos la segunda época más peligrosa. Las investigaciones han demostrado que ocurre una intersección de eventos tumultuosos para los con Tipo 1 – un período de tiempo cuando los adolescentes tienen que tomar por lo menos un poco de control, si todavía no lo han hecho, de su cuidado personal diabético. Es cuando muchos con Tipo 1 sufren la depresión, cuando las fluctuaciones de las hormonas pueden afectar los niveles de la glucemia y cuando la presión social está a la más alta. En promedio, niveles de A1C suelen empeorar dramáticamente durante estos años.
No obstante, la única cosa por hacer es dar a los adolescentes la oportunidad de encargarse de su diabetes, puesto que los padres no pueden estar encima de ellos por todo el resto de sus vidas. En teoría, no hay nada equivocada con dar el control de su cuidado diabético a algunos jóvenes de 15 años. Lo que pasa es que no hay manera de saber si Blake estaba listo para asumir esta responsabilidad.
Eso es el gran problema – no se sabe por qué Blake había dejado de cuidarse. Su madre dijo que había sufrido el acoso en la escuela por su diabetes, y eso podría haber sido la razón. O es posible también que estaba sufriendo de la depresión sin saberlo. O también que la enfermedad, y los niveles muy altos de glucemia que probablemente la acompañaron, podría haber disminuido su juicio. Lo que sea la razón, Davina fue tomada por sorpresa y eso es por qué Blake está muerto.
Está bien dar el control de la diabetes a los adolescentes si están preparados. También puede ser la única manera de mantener la paz en casa y evitar luchas interminables de poder entre padres e hijos. Sin embargo, los padres tienen que encontrar una manera de mantener el derecho de, por lo menos, vigilar parcialmente el proceso debido a que una gran fluctuación de niveles de glucemia puede disminuir el juicio y una enfermedad puede deteriorar la salud bastante rápidamente.
Durante las conferencias sobre la reducción de las armas con los oficiales de la URSS, a Ronald Reagan le gustó citar un refrán ruso que se traduce a “confiar, pero averiguar”. Cuando los padres de los adolescentes con Tipo 1 les ceden control del cuidado de la diabetes a los jóvenes mismos, hay que adoptar la misma actitud que Reagan.
Traducido del inglés por Teresa Greppi
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